noviembre 19, 2019

El descanso

Me sorprenden las respuestas que muchas personas me dan cuando cuando uaando fue+ ropdores en tuel true Purpose Institute para acompañar a ersonas enble,nado aun un alto en el les pregunto ¿Cuándo fue la última vez que tomaste unas vacaciones? Me dicen: “Déjame ver…la última vez fue hace como 3 años”, ”hace como 4 años me tomé un fin de semana”, “¿Sabes? no recuerdo cuándo.” Y cuando les pregunto el porqué, las respuestas casi siempre son: “Es que no tengo plata”, “es que la situación está difícil”, “es que tengo mucho trabajo”, “hasta que no pague mis deudas no puedo”, “es que la vida es difícil y no se puede descansar”, “es que no hay tiempo para descansar”, “es que no tengo con quién”, “es que…, es que…, es que…. ¡Lista interminable de excusas y excusas y más excusas!

Detrás de estas justificaciones, disculpas y evasivas, suelen existir creencias profundas que limitan las posibilidades de las personas. Muchos tienen el juicio de que cuando se toma un descanso significa que eres un irresponsable, un incumplido, un insensato, un imprudente; que la plata no es para descansar, que los únicos que descansan son los que tienen mucha plata para hacerlo, que el descanso es para los holgazanes. Algunos llegan hasta a sentirse culpables de tomarse un descanso.

Lo que termina sucediéndole a estas personas que se llenan de todas estas razones para no hacer ese alto en el camino, es que suelen estar permanentemente cansadas, abrumadas, estresadas, sobrecargadas, intolerantes, irritables, llenas de dolores en el cuerpo, neuralgias y espasmos.

El descanso lo necesitamos todos los seres humanos, y lo necesita tanto nuestro cuerpo como nuestra alma y nuestra mente. No se necesita viajar, no se necesita desplazarse a lugares exóticos y lejanos, no se necesita tener mucho dinero para darse un descanso. Puedes parar, cambiar de rutina y descansar sin necesidad de tener una infraestructura compleja y unos recursos extraordinarios. La forma como se hace es esa: PARAR!!!

Descansar podría ser tan simple como no trabajar un fin de semana, hacer un cambio en la rutina laboral un día cada quince días, regalarse espacios diarios para salir de la rutina y hacer un cambio, hacer un alto a alguna hora todos los días, salir más temprano de la oficina los viernes en la tarde o poder salir a divertirse una noche entre semana.

Necesitamos descansar para poder Ser. La decisión está en tus manos, no en tu bolsillo.

Les deseo a todos un extraordinario descanso. Para aquellos que no han coordinado aún un alto en el camino, los invito a hacerlo posible, a pesar de las dificultades que tienen en tomar la decisión de hacerlo y a pesar de su larga lista de evasivas. Yo por mi parte, salgo a darme una pausa y recargar mi cuerpo y mi alma. Nos vemos pronto!

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